Ofelia

La mort serait trop douce en ces extrémités.

18.11.09

Día 5

Publicado por Marie |

Hipergrafía, dijo. Necesito hacer garabatos, no escribir, respondí. Hipergrafía, repitió. Asentí. Me niego a creer que mi inspiración en escribir sea en realidad necesidad causada por una enfermedad mental. Hipergrafía. Me gusta la palabra pero no su significado. Es que al fin y al cabo todo nace en el cerebro ¿o no? Y justamente por eso puede ser hipergrafía. Quizás sea hipergrafía, aunque deseo que no. Si fuera hipergrafía significaría simple y llanamente que yo no existo, que soy una enfermedad o trastorno mental. No me gusta creer eso, sería una comprobación de que soy enferma. Y si soy enferma, para la sociedad estoy mal. Y si estoy mal, no estoy bien. Yo necesito estar bien, necesito tener razón. Aunque claro, uno podría decir que como no participo ddemasiado en la sociedad no debería importarme. Existo, y al existir ocupo, quiera o no, un lugar, por mínimo que sea, en la sociedad.
Mal que me pese, odie lo que lo odie, al alejarme de la hoja y ver palabras, flechas, borrones, letras resaltadas, me enamoro automáticamente de lo que acabo de hacer. Me enamoro de cómo se ven las letras. Las amo, las necesito. Son letras. Letras. Mis letras. Yo las creé y las decoré y ahora son hermosas. Preciosas. Y mías. Si la hipergrafía es amar las letras tanto visualmente como en su significado, entonces tengo hipergrafía. En este caso, tomando en cuenta lo que dije antes, no existo. No soy yo, soy hipergrafía. Mis pensamientos son hipergrafía. Yo soy hipergrafía. Y no me molesta, no me arrepiento en lo más mínimo, mientras siga amando mis letras. Voy a ser hipergrafía toda la eternidad si eso significa seguir creándola y haciéndolas preciosas (a mis letras).
Tengo hipergrafía. Soy hipergrafía.
Suficiente por hoy, creo yo. Nótese como mi miedo va desapareciendo poco a poco. Estoy de vuelta. Sin temor alguno.
Hasta otro amanecer de mis partículas de aire.
[Sólo nos queda esperar que no sea un tumor]
[Esperen, soy eterna, tampoco me hace daño el tumor]

Que las letras los salven a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JA! Hipergrafía. Demasiados nombres mundanos para cosas sublimes.
Si la sociedad cree que puede encasillarte en una palabra tan simple, allá ellos, Ofelia. Si pretenden quitarle su aroma a una rosa poníendole otro nombre, dejalos que intenten.
Mientras, tu admirador espera. Espera a la próxima vez que te asomes a una hoja en blanco para desatar tu hipergrafía.

Kart dijo...

Las cosas sublimes necesitan tener nombres mundanos sino no podríamos expresarlas y por ende entenderlas. ¿De qué sirve sentir que aflora emocionalidad si no puedo canalizarla para que los demás la comprendan? ¿De qué sirve entenderme si al rato olvidaré lo que soy por el mar de ideas que me atacan diariamente?.

Tampoco se pretende quitar el aroma de una rosa con otro nombre. Una rosa siempre será una rosa aunque se llame mesa.

Palabras; mundanas, comúnes y corrientes, pero al mismo tiempo extraordinarias, emotivas y liberadoras.

Publicar un comentario

Subscribe