Ofelia

La mort serait trop douce en ces extrémités.

29.11.09

Día 6

Publicado por Marie |

Hoy no es un muy buen día, o quizás es uno demasiado bueno para mi. No es el sueño lo que le molesta a uno, ni esa extraña sensación de que todo en el día saldrá mal. Aunque probablemente esta última sea consecuencia del no muy buen (o demasiado buen) día.
Como decía, uno no debe echarle la culpa al sueño, este es sólo una excusa que se le dice a los ignorantes para no tener que explicarles el largo y retorcido proceso el cual ocuparía varios minutos de nuestro tiempo que no valdrían la pena desperdiciar. Un ignorante siempre será un ignorante.
¿Debería preocuparme mi constante variación de temas al querer hablar sobre algo específico? ¿Tendré algún problema o necesidad de dar mi definición de cada detalle que aparece mientras escribo otra cosa? ¿O será simplemente un deficit de atención?
El sueño jamás tiene la culpa, la culpa es de la gente alrededor. Si uno hubiera dormido una hora, o no lo hubiera hecho pero se encontrara aislado de toda sociedad aún sin poder descanzar, no existiría tal malhumor, o se pasaría al instante. La culpa, entonces, es total y completamente de la gente. Esa necesidad de tomar al que está a tu lado comentando de vez en cuando, o intentando hablarte o simplemente conversando con otra persona pero ambos a tu lado; esa necesidad de tomarlo por los hombros, sacudirlo y gritarle que se caye hasta que te deje solo y no acote absolutamente más nada por unas horas, no se debe al sueño, es por culpa de esa persona a tu lado que pese a que se da cuenta de tus pocas intenciones de ser sociable intenta, por todos los medios, obligarte a hablar. ¡Cuidado! Y creen que eso es ser tu amigo. Creen que obligarte a hablar y estar de buen humor los hace unos buenos amigos.
Continuando: La sinceridad que a uno lo abruma en aquél momento tampoco es coincidencia. Es debido a la irritación que la gente te provoca y que uno soporta poco por la falta de tolerancia, y esta si es originada por el sueño. El sueño no te malhumora, te hace menos tolerante. El sueño lo hace a uno más sincero y más real. Cuando uno no tiene sueño puede ocultarse fácilmente tras la falsa cortesía y amabilidad.
Y bajo los efectos de esta repentina sinceridad, uno lo único que desea es decirle la dura verdad a todos, sin ninguna clase de compasión. ¿Y es que el mundo no sería más simple así? ¿Quitando la venda de golpe, sin anestecia? Claramente, seríamos todos más fuertes y resistentes al dolor.
Todos intentaríamos mejorar constantemente, porque siempre tendríamos a alguien diciéndonos "Todavía no sos suficientemente bueno", lo cual nos haría intentar ser el mejor, con más ganas. Si todos fuésemos sinceros, sin ninguna compasión, tendríamos un desarrollo increíble de nuestras cualidades y nuestra mente,
Por desgracia, algún idiota jugando a ser Dios le enseñó a la gente a mentir. Fue fácil, por supuesto, cualquiera puede hacerlo. Solo hay que tomar una mente y repetirle una idea una y otra vez hasta que esta se convence de que es la correcta y la única salida. Y después soltamos esa mente en la sociedad, y esa mente va realizando la acción que se le fue enseñada (en este caso mentir) hasta que los demas comienzan a seguirla en su acción. Y más demás siguen a estos demás que siguen a esta mente. Y más demás. Y demás... Hasta que la sociedad completa se vuelve una mentira.
Suerte del afortunado que encuentre una mente inocente o fuerte que resista a este fenómeno tan común, ya que yo aún no encontré ninguna. Lo sé, no interactué con demasiadas como para saberlo, pero no necesito interactuar para conocer la mente de los demás, me basta con mirar desde mi rincón, mi burbuja.
¿Quién dijo que las personas son complicadas? ¿Quién dice que una mente es difícil de entender? El que lo diga, no es buen observador. Son fáciles. Todos fáciles. Lo interesante es cuando uno encuentra una mente indescifrable. Eso... eso si es oro. Eso si es algo fantástico. Demasiado. Como un juguete nuevo, caro y lleno de tecnología. Te invita a descifrarlo, a conocerlo. Te llama. Te grita. Y uno acude maravillado y encandilado.
¿De qué iba a hablar cuando comencé con la primera letra? Ah si, del buen día o del mal día. No, no era sobre eso. Ya recordé, era sobre el sueño, el sueño, el malhumor... Tampoco, era sobre la gente. Si ¡la gente! Quien sabe, quizás mi mundo tenga un trastorno de misantropía extremo pero siento un cierto rechazo por la gente. Demasiadas mentes perfectas arruinadas por su mayoría de ignorancia. Demasiadas mentes perfectas que nadie ve o que no pueden elevarse porque ellos lo impiden. No, no es misantropía. No es hacia toda la gente mi rechazo. Odio a los ignorantes. Y así va a ser, hasta el día que alguien le invente algún nombre a eso y lo llame de alguna otra forma.
Me voy, hay una cierta melancolía o angustia en el aire que flota y quiere filtrarse por acá. El dolor nos hace más fuertes, pero no siempre. Cuando es un dolor del cual ya se aprendió una lección, no hay que dejar que vuelva, hay que superarlo yendo a nadar por un rato en un arcoiris y tiñéndose de todos los colores. Ustedes saben, un poco de alegría, un poco de inocencia...
Hasta algún mañana, mentes perfectas. Hasta nunca, ignorantes.

Frenesí.
Que las letras los salven a todos.

18.11.09

Día 5

Publicado por Marie |

Hipergrafía, dijo. Necesito hacer garabatos, no escribir, respondí. Hipergrafía, repitió. Asentí. Me niego a creer que mi inspiración en escribir sea en realidad necesidad causada por una enfermedad mental. Hipergrafía. Me gusta la palabra pero no su significado. Es que al fin y al cabo todo nace en el cerebro ¿o no? Y justamente por eso puede ser hipergrafía. Quizás sea hipergrafía, aunque deseo que no. Si fuera hipergrafía significaría simple y llanamente que yo no existo, que soy una enfermedad o trastorno mental. No me gusta creer eso, sería una comprobación de que soy enferma. Y si soy enferma, para la sociedad estoy mal. Y si estoy mal, no estoy bien. Yo necesito estar bien, necesito tener razón. Aunque claro, uno podría decir que como no participo ddemasiado en la sociedad no debería importarme. Existo, y al existir ocupo, quiera o no, un lugar, por mínimo que sea, en la sociedad.
Mal que me pese, odie lo que lo odie, al alejarme de la hoja y ver palabras, flechas, borrones, letras resaltadas, me enamoro automáticamente de lo que acabo de hacer. Me enamoro de cómo se ven las letras. Las amo, las necesito. Son letras. Letras. Mis letras. Yo las creé y las decoré y ahora son hermosas. Preciosas. Y mías. Si la hipergrafía es amar las letras tanto visualmente como en su significado, entonces tengo hipergrafía. En este caso, tomando en cuenta lo que dije antes, no existo. No soy yo, soy hipergrafía. Mis pensamientos son hipergrafía. Yo soy hipergrafía. Y no me molesta, no me arrepiento en lo más mínimo, mientras siga amando mis letras. Voy a ser hipergrafía toda la eternidad si eso significa seguir creándola y haciéndolas preciosas (a mis letras).
Tengo hipergrafía. Soy hipergrafía.
Suficiente por hoy, creo yo. Nótese como mi miedo va desapareciendo poco a poco. Estoy de vuelta. Sin temor alguno.
Hasta otro amanecer de mis partículas de aire.
[Sólo nos queda esperar que no sea un tumor]
[Esperen, soy eterna, tampoco me hace daño el tumor]

Que las letras los salven a todos.

17.11.09

Día 4

Publicado por Marie |

Hace tiempo que no aparezco. Lo sé, soy consciente. Sinceramente no creo que nadie me extrañe demasiado o se acuerde de mi, pero no es motivo para desaparecer sin previo aviso. Me gustan los previos avisos, cuando pueden darse. Son algo así como un ultimatum, creo. Te dicen lo que va a venir, te preparan un poco. Hay pocos previos avisos en la vida, porque generalmente todo es espontáneo (al menos en mi vida, así es). Por eso me gusta cuando puedo dar uno, o recibir uno.
Este no fue el caso. Lo que me sucedió y me obligó a encerrarme en mi mundo llegó sin previo aviso. Y yo no estaba preparada. ¿Quién está preparado para algo así? Nadie. Claramente nadie.
Sucedió en un lugar extraño. Lleno de mujeres. Mujeres y mujeres por todos lados. Habían pocos hombres. Todas hermosas, todas arregladas, todas maquilladas y peinadas. Todas eran perfectas. ¿Por qué me habían llevado allí? ¿Con qué fin? Quizás si al menos me dejaran salir lo descubriría, pensaba.
Y lo hice. Poco a poco lo hice. El cuerpo estaba allí, sentado en una silla, mientras lo llenaban de banalidades y lo embellecían con sus polvos y colores. Y sin darme cuenta dominé los pies. Los pies eran mios, casi como si me los hubieran regalado, de un segundo para otro. Eran míos. Moví los dedos una y otra vez asegurándome de que no era casualidad, pero eran míos. Eran mis pies. Todos míos. La extrañeza y emoción desapareció enseguida al comprobar que controlando los pies, sólo podía mover los dedos, ni siquiera podía escapar, necesitaba las piernas para eso. Y como si lo que yo deseaba sucedía en el instante, dominé las piernas. Las balancée. Y eran mías. mis piernas. Podía correr, podía escaparme, ¡el cuerpo era mío de la cintura para abajo! Casi salto de aquella silla que más que silla parecía un sillón, pero cuando iba a hacerlo sentí que ya tenía los brazos. Los brazos eran míos. Me estaban dando el cuerpo. Ni siquiera tenía que pedirlo, lo que deseaba lo tenía. La mente que me controlaba estaba demasiado cansada como para ganarle a la mía, así que podía tomar el control. Todo el control. Y así fue, lo tomé todo, el cerebro al final. Lo más importante para el final, me dije. Y así fue. El cerebro al final, con todos sus impulsos, emociones y demás artefactos y consecuencias.
Miré alrededor. Todo se veía tan extraño desde esos ojos. Tan irreal era la realidad que me aterré y no me moví. Me quedé allí esperando a que terminaran, y cuando terminaron me concentré por primera vez en la imagen que había frente a mi. El espejo. Y la imagen se reflejó llegando hacia mi. Y era perfecta, me habían dejado perfecta, y me sentía más que todas las mujeres de aquél lugar, que también eran perfectas. Era la perfección entre la perfección. Experimenté el ego en ese instante, o quizás el narcicismo, no importa. ¡No importaba! ¡Porque era la perfección y controlaba la perfección!
Con esa emoción caminé, salté, corrí... y me aburrí. Dios, que simple y aburrida es la realidad. Que pequeño y estúpido es el mundo allá afuera. Y ¡cuantos pocos pares de ojos interesantes hay!
Lo observaba todo. TODO. Y todo cuanto observaba no hacía más que fascinarme por una fracción de milésima de segundo, y luego era simple y aburrido, y pasaba a otra cosa. Pero esta cosa duraba lo mismo que la anterior. Y la gente me duraba menos. Muchísimo menos. Con solo mirarlos superficialmente sabía lo simples e ignorantes que eran.
Y encontré tantos errores. ¡Tantos errores allá afuera! Lo de afuera es el paraíso ¡el paraíso! y está cubierto de errores. Cubierto de horrores. Cubierto de gente. Entonces odié a la gente. Y ese momento, ese preciso segundo, cuando descubrí lo que pasaba allí fuera, comprendí y entendí porque jamás me habían dejado salir. Yo no pertenezco a la realidad, porque la realidad es demasiado mala para mi.
Iba a gritar pero recordé que controlaba el cuerpo y que entonces podían escucharme. Quería llorar, pero controlaba el cuerpo entonces podían verme. Estaba atrapada, ¡pero ahora estaba atrapada en el mundo! Me horroricé. Si, lo hice. Detesto admitirlo, pero estaba aterrada en todos los sentidos. Jamás había sentido un miedo y una desperación igual a aquello. Me habían atrapado, encerrado, enjaulado en un mundo perfecto hecho imperfecto y que nadie intentaba arreglar.
Me acurruqué, cerré los ojos y desée dormir. Siempre había querido hacerlo, y soñar, y saber como se sentía. Pero estaba tan exhausta, tan atemorizada, que sólo quería soñar oscuridad y no saber nada más. Quería volver a encerrarme. Por suerte, el cuerpo se cansa tan rápido, y la mente real es tan vulnerable, que a los pocos segundos ya no estaba. Aparecí sin más en mi mundo nuevamente. Y me largué a llorar.
Nunca había instalado cañerías en mi mundo, no eran necesarias, pero fue tanta el agua que las partículas comenzaron a asustarse. Y asustadas y con pilotos y paraguas para protegerse del diluvio inminente se acercaron a mi y me observaron extrañadas. Eran tan pequeñas que no podía abrazarlas, pero las veía tan detalladamente, y tan perfectas. Mis partículas irreales eran perfectas. No como las de afuera, llenas de polvo, suciedad y amargura. Estas eran alegres, tenían fantasía, tenían inteligencia ¡y estaban limpias! ¡Impecables!
Las lágrimas dejaron de salir, y el agua fue evaporándose poco a poco, creando gotitas de agua que saludaban y se reían al pasar. Se hicieron amigas, creo. De las partículas, digo. No de mi. Yo no quería verlas más.
Este fue el motivo, la causa por la que me encerré con miedo a escribir siquiera, porque si controlaba las manos solo para escribir por un instante quizás terminaba controlando la mente, y pasando lo que pasó aquella vez. Debo admitir que me costó (o sigue costando) trabajo asomarme solo esto. Siento la sombra amenazante de que se repita. Pero debía contarlo, debía decirlo.
Lo que me encerró nuevamente, y esta vez por mi voluntad, fue la destrucción de la perfección ante mis ojos.
Yo misma voy a acabar con mi día hoy, sabrán entender.
Hasta mañana (sin muchos más saludos).
Piensen.



Que las letras los salven a todos.

13.10.09

Día 3

Publicado por Marie |

Nuevo día para mi. Dicen que es de noche allá afuera. Acá es temprano, hoy decidí madrugar. Me aburro acá, quiero decir, me aburro en mi mundo. Me conozco cada espacio, cada esquina, cada partícula de polvo que flota en el aire y que veo a contraluz. Incluso nombré algunas partículas. A veces se me pierden, son millones, pero siempre son las mismas en mi mundo y a las más grandes les puse nombre. Acqua es mi favorita y también la más traviesa, nunca la encuentro, pocas veces decide aparecer frente a mis ojos y solamente lo hace durante unas fracciones de segundo para luego volver a desaparecer.
No sé quién fue, ni cómo, pero alguien dejó una hoja en mi mundo. Unas preguntas, algo así como un cuestionario, creo. Gracias a Beth, otra de mis partículas preferidas, siguiéndola mientras ella se escapaba de mi encontré la hoja y en ella las preguntas.
Decidí responderlas, mi mundo no tiene tiempos y ya no sabía que más hacer encerrada allí.


1) ¿Estás listo para 99 preguntas?:
Si. (O eso espero)

2) ¿Tu último beso fue un error?:
¿Debería serlo?

3) ¿Crees en Dios?:
Depende... ¿Qué Dios? ¿El de mi mundo? ¿Ese que me encierra siempre y me deja salir sólo cuando quiere? Si, en ese creo. Es decir, es real, lo sé. Pero no creo que tenga poderes divinos, más bien creo que es alguien o algo que me maneja. ¿El Dios de todos? No lo sé. No suelo pensar en él. Quizás exista... Si, quizás si crea. Así como quizás no.

4) ¿Quién fue la ultima persona a quien le dijiste te amo?:
No suelo interactuar con las personas. No me dejan salir mucho de mi mundo.

5) ¿Aún te quiere?:
Next.

6) ¿La has visto?:
Next.

7) ¿Te trae loco?:
Next, (y además, creo que ya había aclarado antes el tema de mi locura. Para mi, ninguna persona me hace ser así.)

8) ¿Qué haces?:
Respondo las preguntas. ¿No es obvio?

9) ¿Cómo estás vestido?:
¿Hoy? De violeta, y negro. Creo que tengo un poco de blanco.

10) ¿Ves novelas?:
No. ¿Para qué las vería?

11) ¿Para andar con un muchacho te fijas si tiene dinero?:
Pregunta innecesaria. No.

12) ¿Practicas algún deporte?:
No lo necesito.

13) ¿Cuándo fue tu ultima pelea?:
No peleo. ¿Con quién voy a hacerlo?

14) ¿Cuál es tu pasión?:
Mmm... difícil. Creo que... la locura.

15) ¿Tienes actitud fuerte?:
Eso parece.

16) ¿Has amado a alguien?:
El día que defina lo que es amar, respondo. Por ahora, no sé su significado.

18) ¿Te has enamorado por internet?:
Item.

19) ¿Tienes muchos amigos?:
¿Amigos reales? En mi mundo no existen los amigos. Mi mundo es uno solitario.

20) ¿Odias a alguien en este momento?:
No, no suelo odiar.

21) ¿Te gustaría besar a alguien en este momento?:
Quizás... sería interesante.

22) ¿Cosa que más te gusta de ti?:
Tengo un dilema. No sé si los demás son los que conocen más a uno, o uno mismo es el que más se conoce. No, uno mismo es el que más se conoce. Sólo tiene que entenderse. ¿Cosa que más me gusta de mi? Mi forma de pensar.

23) ¿Te bronceas mucho?:
Yeah, sure. Me dejan salir muy seguido a broncearme. [Sarcasmo,para los idiotas que no lo reconocen.]

24) ¿Desearías?:
Libertad.

25) ¿Exactamente como te sientes ahora?:
Aburrida.

26) ¿Te gustan tus pies?:
Si, son divertidos y me llevan a todas partes.

27) ¿Persona en la que mas piensas en el dia?:
No pienso en personas. Aunque si tuviese que elejir alguna persona...¿En mi? En mi.

28) ¿Qué no te quitas nunca?:
El collar, mi collar. Desde que tengo memoria está atado a mi cuello y jamás lo saqué. No sé por qué, sólo sé que se tiene que quedar ahí.

29) ¿Helado?:
¿Un gusto? Crema del cielo.

30) ¿Bebida?:
¿El agua cuenta? Si no cuenta... Gatorade. (Se imaginarán de qué color me gusta)

31) ¿Te arrepientes de algo?:
Jamás.

32) ¿Próximo viaje?:
Nunca. Supongo.

33) ¿Quieres tener hijos?:
No. Y se supone que no debo tenerlos.

34) ¿Has besado a alguien que su nombre empieza con la G?:
Pregunta inútil, ni siquiera innecesaria. Inútil. No.

35) ¿Un miedo?:
Ninguno.

36) ¿Tienes algunos piercings?:
Otra inútil. No.

37) ¿Quieres más?:
¿Piercings? ¿Es necesario que responda?

39) ¿Qué extrañas mas de tu pasado?:
Nada.

40) ¿Qué se te antoja?:
Chocolate.

41) ¿a?:
Afrodita.

42) ¿b?:
Bhoemian Rhapsody.

43) ¿c?:
Color.

44) ¿d?:
Darling. Oh! darling.

45) ¿e?:
Exit.

46) ¿j?:
Julie.

47) ¿Pasión?:
Lujuria.

48) ¿Amor?:
Whatever.

50) ¿Cielo?:
Arriba. Lo que está arriba. Muy arriba.

51) ¿Casarte por la iglesia?:
No a casarme, directamente.

52) ¿Amor eterno?:
Soy eterna. Si encuentro el amor, quizás también lo sea.

53) ¿Crees que alguien lea tus respuestas?:
¿Importa?

54) ¿Colores favoritos?:
Rojo. Violeta. ¿Tengo que seguir repitiéndolo?

56) ¿Canción favorita?:
Sería pecado elejir solamente una canción de todas las existentes.

58) ¿Lugar favorito?:
Mi mundo.

59) ¿Te gusta el monster?:
...What? G_G

60) ¿Te llevas bien con tus padres?:
No tengo padres. Eso creo.

61) ¿Te pintarías el pelo de rojo?:
Si, si es que no está ya de rojo.

62) ¿De negro?:
Si, si es que no está ya de negro.

63) ¿Tienes miedo de enamorarte?:
No.

64) ¿Qué quieres en este momento?:
Chocolate y agua. Con mucho hielo.

67) ¿A quien querrias al lado en este instante?:
Un gato. Mi alex.

69) ¿Traumas?:
Ninguno.

70) ¿Gym?:
No.

71) ¿Usas drogas?:
No las necesito.

72) ¿Te han dedicado una canción?:
Si lo hicieron, no lo supe jamás.

74) ¿Ser famoso?:
No me interesa. Pero depende el motivo.

75) ¿Juegas con el Wii?:
No.

76) ¿Sabes amar?:
Eso creo. ¿Amar no es algo de instinto?

77) ¿Qué harás hoy por la noche?:
No tengo noches.

78) ¿Tomas?:
Claro que si. Es una necesidad del cuerpo. ¿Tomo alcohol? No. No lo necesito.

79) ¿Concuerda tu amor con tu signo del Zodíaco?:
No tengo signo del zodíaco. No sé cuándo nací. No sé si nací.

80) ¿Eres egoísta?:
Al parecer. En mi mundo solo existo yo. Literalmente.

81) ¿Eres dispuesto a lo que quieres?:
I think so...

82) ¿Eres alto?:
No lo sé.

83) ¿Eres bueno?:
No creo.

84) ¿Eres diferente?:
Maybe.

85) ¿Quieres cambiar?:
Nunca.

86) ¿Quién te hizo enojar?:
Ayer. Esa persona.

88) ¿Estás aburrido?:
Como siempre.

89) ¿Tener sexo sin amor?:
¿Qué problema hay en eso?

90) ¿Eres cursi?:
Lo dudo.

91) ¿Qué te hace feliz?:
Salir.

92) ¿Dile algo a la persona que te mando el test?:
Ya lo dije. Lo encontré. Quien sea que lo mandó: Gracias, supongo.

93) ¿Te gusta tu apellido?:
No tengo.

94) ¿Qué opinas de los homosexuales?:
Son personas, como todos.

95) ¿Te cansaste?:
No me canso, soy eterna.

96) ¿Te han dado mordidas?:
No.

97) ¿Qué piensas del amor?:
No pienso sobre el amor. Es un tema no relevante.

98) ¿Persona a quien amas?:
Next.

99) ¿Contestaste las 99 preguntas con sinceridad?:
Se supone que debía hacer eso. Así que, si.

Fin del día.
Hasta otro de mis mañanas.
Exploten de emociones, gente.

Que las letras los salven a todos.


13.10.09

Día 2

Publicado por Marie |

Hoy fue un día lindo, al parecer. Eso me dijeron. No salí mucho, o quizás salí demasiado. No sé distinguir. Supe que fue un día lindo, somehow, y eso importa.
Hubo buen humor, eso si lo noté. Energía, es la palabra que define el día. Saltaron, es decir, salté. ¿O no fui yo la que saltó? O si, quizás fui yo. No me acuerdo, pero alguien saltó. Si, salté... y bailé. Es nuevo para mi, pero divierte, o dicen que divierte.
Me llegan un par de recuerdos del día... Es extraño, no suelo tener recuerdos propios, pero si, los tengo ahora.
En el primero había un escenario. Un escenario alto, bastante alto, que encima tenía un mini escenario, como para levantar sólo un sector. Arriba de ese mini escenario había una escalera que terminaba en el cielo. Si, en el cielo. Era una escalera alta, muy alta, que llegaba hasta arriba, muy arriba. Y muy arriba está el cielo, o el techo, pero para mi muy arriba está el cielo. Así que era un escenario, con un mini escenario, y una escalera que llegaba al cielo y por la que quizás podías espiar si existe o no un Dios, o si existen o no los ángeles. No lo sé, porque no subí. Recuerdo que quise subir. Al escenario, no a la escalera, porque sufro de vértigo (o eso me dicen). Quise subir, pero me dijeron que no se podía yo pregunté que significaba eso, pero antes de que pudiera terminar de preguntar, o de escuchar alguna respuesta, me encerraron de vuelta y ya no supe nada más. Sólo sé que no subí, porque no se podía, eso dijeron. Empecé a relacionar eso con la libertad, mi libertad, pero me di cuenta que no tengo libertad. Entonces, dejé de pensar. ¿Para qué pensar en algo que no tengo? Sólo trae lamentos, y no conozco los lamentos.
Otro recuerdo fue odio. Si, odio puro. No sé si conocía el odio, pero es tan interesante y divertido como lo demás. Quise salir, gritar, golpear y matar a esa persona. Odié a una persona. ¿Por qué? No tengo derecho a odiar a nadie, no debo, no soy persona para odiar a otra. Pero no me respetó, o no nos respetó, o no respetó a alguien. El problema es que no respetó, y me dio odio. Quise salir, pero no me dejaron. Quise decir lo que pensaba, lo que esa persona debía escuchar para callarse, y si era necesario gritar. No me importaba, quería odiar. No me dejaron, me volvieron a decir que no se podía. Y a encerrarme. Pero no me importó, no pensé en eso de vuelta, porque ya lo había pensado antes.
El último de todos fue alegre. Estaba en el suelo, o alguien estaba en el suelo. Había viento y una puerta abierta. Y había sol. Si, sol. [Y miren, se nos coló el color amarillo. No importa, ya se fue, no es de acá.] ¿Saben que el sol brilla y que se ve amarillo? ¿Saben que si miras el sol fijo y luego intentas mirar otra cosa ves un punto redondo negro, o de todos los colores? Yo no lo sabía. Fue lindo, había sol y había viento y el pelo se movía y era resfrescante.
Hoy fueron recuerdos. No los conocía, pero me gustaron. Tengo que darles un color. ¿En qué grupo va recuerdos? ¿Rojos o violetas? Violetas. Los recuerdos son violetas, y retorcidos. Decidido, son recuerdos.
¿Saben que el día se acabó? Fue un día corto, porque el tiempo (no el mío, yo no tengo tiempo) el tiempo de la otra se acabó. Me encierran de nuevo, y sólo puedo despedirme una vez más.
Hasta mi mañana, cuando me dejen volver a salir.

Dance, my friends, dance.

Que las letras los salven a todos.

10.10.09

Día 1

Publicado por Marie |

Para empezar, soy Ofelia. Si, sólo Ofelia, sin apellido ni segundo nombre. Un placer ser objeto de su lectura, y quizás de su entendimiento, aunque no espero este último.
No sé si soy real o un personaje ficticio y no importa mucho realmente, ya que vivo de todas formas. ¿Qué importa saber si vivo fuera de estas letras, o si mi mundo se reduce a esto? Es un mundo igual, y a partir de ahora lo van a conocer.
No sé mi edad, sé que me veo jóven y soy eterna. Soy eterna, no sé si tengo fin, sé que soy eterna. Quizás ya morí y no me di cuenta, pero sigo viva, viva viviendo o viva muerta, pero viva.
Dicen que estoy loca. Más que loca, dicen que soy la locura. Dicen que soy Ofelia, por lo tanto soy Ophelia en inglés, y me relacionan con la Ophelia de Hamlet, y yo les agradezco que me relacionen con un personaje importante de la literatura, ya que a veces suelo creer que si fuese ficticia, la persona que decidió crearme me hizo nacer basándose en aquél personaje. Y si soy real... bueno, entonces es una coincidencia hermosa. Decía que decían que soy la locura misma, ya que ellos me llaman Lady Opheliac. [Opheliac: In reference to the character Ophelia in Shakespeare's Hamlet, Opheliac is a noun meaning one who has delved into madness.] (Y si no saben inglés es hora de que aprendan, y si no piensan aprender abran un traductor en internet y tradúzcanlo porque yo no pienso hacerlo.)

No sé si estoy loca realmente, o soy la locura, así que voy a dejar esa ventana abierta para que entre aire, refresque estas letras y lo descubran por ustedes mismos. Claro, ustedes también pueden escribir, y decir lo que sea que piensen, así sea tonto, malo e insultante. Cualquier letra es recibida en este país hecho de letras.
Pasemos al quiz de la cuestión. Por cierto, desviándome del quiz por un instante, nunca supe por qué se dice "el quiz de la cuestión". Da igual, no es revelante, pero si divertido. Quiz. Es gracioso. Quiz. Quiz. Quiz. Digan quiz muchas veces seguidas y quizás se rían, así sea de lo graciosa que es la palabra o de lo idiotas que se ven diciéndola.
Estaba por el quiz de la cuestión. El quiz es: a alguien se le ocurrió que debía tener un blog. ¿A quién? No sé, no les voy a decir, pero fue a alguien. Alguien dijo "Le debo un blog a Ofelia" y acá está el blog. Y entonces por un momento me dejan ser yo y escribir. Y escribo, y cuento pensamientos, no cuento cosas, sino pensamientos. Escribo entrecortado, porque pienso entrecortado y repitiendo. Soy rara por eso pienso raro, o no, quizás soy normal y todo el resto es raro. Claro que como soy minoría y siempre gana la mayoría, es más lógico pensar que yo estoy mal. Democracia. La odio. Ah, por cierto, estoy a favor de la anarquía y eso es todo lo que sé de política, punto. La política y el mundo no entran en el mío.
El día uno llega a su fin en mi vida, y voy a ir a dormir. Por cierto, yo no tengo tiempo, tengo días de 20 párrafos y quizás días de sólo 2, mis días terminan cuando termina mi historia. Así que... me voy a cerrar los ojos y meterme en ese mundo de fantasía y delirio donde dejo de estar sola. Porque como dice esa cantante de pelo rosa y estilo victoriano:


In delirium
People can dream
In delirium
Things are not what they seem
I am not alone
I dream

Un detalle más, está en violeta. Mis colores son rojo y violeta. No digo que son mis preferidos, sino que son esos. Soy rojo. Soy violeta. Al igual que soy Ofelia. Es así, tal cual.
Y ya me voy, como decía antes, a ese lugar que menciona la cantante con pelo rosa y nombre de estación del año.
Hasta mi mañana, cuando las letras me dejen volver a ser yo.


Que las letras los salven a todos.

9.10.09

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Publicado por Marie |

Welcome to my little world.
Pasen, siéntanse bienvenidos. Cualquiera puede entrar por acá.

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